“Elijo realizar este trabajo con 5º grado, un grado con el cual estoy este último tiempo casi enemistada. Tenemos una especie de cortocircuito mutuo. No titubeé en elegir la postal. Creo que cualquier imagen puede ser el reflejo del interior. Pero esta imagen de Van Gogh en especial, me moviliza. Es uno de mis artistas favoritos; lo admiro, respeto y amo profundamente.
Esta silla vacía es elocuente. Está allí. Es un objeto de uso diario, del mundo cotidiano que este artista coloca en primer plano y lo transforma en protagonista de ese recorte de realidad. Esta silla, a la espera de ser utilizada, con todas sus potencialidades de ser, intactas. Sus cuatro patas... bien parada, mullidita, con su respaldo. Centrada dentro del espacio.
Creo que los chicos de quinto tienen en su vida esta silla, la Danza, dentro de su vida es una herramienta más, aunque aún no la vean, aunque en sus vidas la Silla Danza sea la silla en desuso, esa silla fea e inservible que guardamos en algún lugar de la casa, que aunque no la usemos tampoco la tiramos porque qué sé yo, algún día, algún invitado tal vez la utilice...
La Silla Danza de 5º está completa. Tiene sus cuatro patas como pilares angulares con los que, si quieren algún día, podrán profundizar; saben ejercicios, saben ritmos, saben pasos y conocen danzas. Esta SILLA está instalada, en algún rincón, a la espera de ser usada en esa ocasión especial.”
Susana Claramunt (maestra de Danza)
Esta silla vacía es elocuente. Está allí. Es un objeto de uso diario, del mundo cotidiano que este artista coloca en primer plano y lo transforma en protagonista de ese recorte de realidad. Esta silla, a la espera de ser utilizada, con todas sus potencialidades de ser, intactas. Sus cuatro patas... bien parada, mullidita, con su respaldo. Centrada dentro del espacio.
Creo que los chicos de quinto tienen en su vida esta silla, la Danza, dentro de su vida es una herramienta más, aunque aún no la vean, aunque en sus vidas la Silla Danza sea la silla en desuso, esa silla fea e inservible que guardamos en algún lugar de la casa, que aunque no la usemos tampoco la tiramos porque qué sé yo, algún día, algún invitado tal vez la utilice...
La Silla Danza de 5º está completa. Tiene sus cuatro patas como pilares angulares con los que, si quieren algún día, podrán profundizar; saben ejercicios, saben ritmos, saben pasos y conocen danzas. Esta SILLA está instalada, en algún rincón, a la espera de ser usada en esa ocasión especial.”
Susana Claramunt (maestra de Danza)
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